Verduras estofadas sin grasas, la receta de dieta más sencilla para una cena (o comida) ligera

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Es posible que no haya receta más sencilla que estas verduras estofadas sin grasas, ni tampoco más ligera.
 
Esta elaboración admite cantidad de verduras, pero nuestra recomendación es que uses las de temporada pues el resultado será más sabroso. Nosotros nos hemos decantado por las básicas: cebolla, zanahoria, ajo, judía verde, tomate y champiñón. Pronto repetiremos con puerro, coles de bruselas, brócoli, nabo y otras tantas con las que podemos dar un toque distinto a esta receta de verduras estofadas sin grasas.

Ingredientes

Cebolla 100 g

Diente de ajo 1

Zanahoria 1

Judías verdes planas 150 g

Champiñones 10

Laurel hoja 1

Vino blanco 40 ml

Caldo de verduras 120ml

Pimentón dulce

Pimienta negra molida

Sal

Tomate maduro 1


Cómo hacer verduras estofadas sin grasas

Esta es una receta sencilla y básica en la que todos los ingredientes van a la cazuela en crudo y se cuecen juntos. Es por ello que la clave de su éxito está en el corte de cada verdura, las más duras en trozos más pequeños y las más blandas en trozos más grandes. Así, con un mismo tiempo de cocción, quedarán todas al dente.

Pelamos y picamos finamente el diente de ajo y la cebolla. Pelamos la zanahoria y la cortamos en dados pequeños, que es la hortaliza más dura. Lavamos las judías verdes, retiramos los extremos y cortamos en tiras diagonales. Limpiamos los champiñones con un trapo húmedo y cortamos en cuartos. Cortamos el tomate por la mitad y lo rallamos (desechando la piel).

Colocamos todas las verduras en una cazuela. Añadimos una hoja de laurel, sal, pimienta negra molida al gusto y una cucharadita rasa de pimentón dulce. Regamos con el vino blanco y el caldo de verduras y llevamos a ebullición. Tapamos y cocemos a fuego medio-alto durante 20 minutos. Servimos inmediatamente.

Con qué acompañar las verduras estofadas sin grasas

Podemos servir las verduras estofadas sin grasas como guarnición de carnes y pescados, como entrante o como plato único completándolo con un huevo duro. Si no tenemos necesidad de dieta, un poco de aceite de oliva virgen extra les sienta de maravilla, unos tacos de jamón y, por supuesto, un trozo de buen pan con el que mojar su rica salsa.

Fuente: directoalpaladar