14 años con alergias, más de 8 dermatólogos, un dineral gastado en cremas, todo sin resultado. Esta es la historia de Isabel Loyola, quien ha cambiado su vida desde que llegó a Nutrición Inteligente. Su optimismo frente al tratamiento asombra. Dice que vivió años muy incómodos, pero ahora está feliz, y que a pesar de haber suprimido algunos alimentos, lo pasa bien comiendo.
¿Cómo parte tu problema de alergias?
Es una larga historia. Esto se gatilla cuando nació mi hija. Aunque después lo relacioné con algo que me pasaba de chica: a veces me salían costras en la cabeza, pero eso se me pasó. Luego tuve a mi hija y a los meses después comía cosas que me causaban alergia. Pero yo no sabía que eran los alimentos, lo supe cuando llegué a Nutrición Inteligente.
¿Qué síntomas tenías?
Comencé con unas manchas o ronchitas en las piernas, a la altura de la canilla. Fui a una dermatóloga y me dijo que era una dermatitis. Me mandó a hacer unas cremas y se me pasó por un mes. Pero volvió y ya no eran ronchitas, sino ronchas grandes y no sólo en esa zona, en todas las piernas, las caderas, a veces en las manos.
¿Cómo fue ese período? Además de lo físico te debe haber afectado en lo emocional…
Sí, fue difícil. Por ejemplo, por las cremas que tenía que usar no podía tomar sol. O sea, adiós playa. Y si iba tenía que estar bajo el quitasol. No podía usar falda, calcetines largos, ni pantys. Fueron 14 años muy incómodos, todo me afectó mucho porque a veces estaba en una reunión de trabajo y no me podía estar rascando. Por eso seguía buscando una solución.
¿Y continuaste visitando dermatólogos?
Sí. Fui a 8 y no podían descubrir qué me producía alergia. Sólo una doctora me hizo una biopsia. Eso arrojó que tenía urticaria. Estuve 4 meses en tratamiento para eso, pero cuando terminó tenía ronchas en todas partes. Ahí fui a la clínica de urgencia, porque no aguantaba más, me rascaba mucho, no lo podía controlar. Llevé todos mis antecedentes y me hicieron un test cutáneo, donde apareció que era alérgica al níquel.
¿Al níquel? Pero es un elemento que está presente en muchas cosas…
Así es. El detergente y muchísimas cosas más, entre ellas algunos alimentos. Un día, en enero de este año, me puse a buscar en internet tratamientos contra la alergia y me apareció una página que titulaba algo así como: “Los alimentos inciden en las alergias”. Era el sitio de Nutrición Inteligente y me puse a leer. ¡Leí la página completa! Me decidí inmediatamente a pedir hora y fui justo antes de irme de vacaciones.
¿Y qué pasó en la consulta?
Me hicieron el examen ALCAT y todo el estudio para determinar mi Genotipo. Eso arrojó que tengo intolerancia a varios alimentos. La nutricionista me dijo que tenía que suprimirlos por un período de tiempo en función del grado de intolerancia de cada uno. En base a mi Genotipo y mis intolerancias me elaboró una dieta. Hasta el momento he tenido excelentes resultados, no he tenido alergia, aunque a veces, cuando como algo que no debo, me aparecen ronchitas en las manos, pero nada más.
¿Contenta entonces?
Sí, muy contenta, además que me ha ayudado con el peso. Bajé 20 kilos, porque antes subía de peso muy rápido y de repente. Aunque siempre digo: Esto es responsabilidad compartida. Porque no saco nada con que en Nutrición Inteligente se preocupen, que me den un tratamiento, si yo no cumplo con la dieta.
¿Cómo ha sido este proceso de adaptación a una nueva dieta, cómo lo haces?
No ha sido para nada terrible, aunque cambié todos los hábitos, al igual que todo lo que había en el refrigerador. También puedo salir a comer sin problemas, pido pescado, con las verduras permitidas… lo paso bien comiendo y mejor ¡porque ahora como más que antes!
¿Qué fue lo que más te costó dejar?
Definitivamente la leche. Yo tomaba mucha leche, además los postres, lo que se preparan con leche, todo eso me costó. Pero de todas formas lo he tomado bien, la dieta me ha simplificado la vida a la hora de cocinar, porque además la nutricionista te da muchas alternativas para las comidas.
¿Recomendarías Nutrición Inteligente?
Es que es automático. ¡Lo he recomendado a todo el mundo! Porque mis amigas me vieron sufrir mucho tiempo con las costras y las manchas, que no podía tomar sol, todo eso. Ahora me ven y me dicen que es increíble que no tenga nada. Cuento que es por los alimentos y eso sorprende mucho. Además en el Centro son súper amorosos, preocupados, mi nutricionista me da una minuta con cositas ricas, así que estoy feliz. Es una muy buena inversión.