Cada día comemos más y peor nutridos

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Andrea Chicurel:
“Cada día comemos más y peor nutridos”
Esta bioquímica plantea que la base de un buen peso y una buena salud es una alimentación que comprenda los nutrientes que necesita el cuerpo. Por eso es contraria a casi todos los productos envasados y light que hay en el mercado.


Jueves 27 de Mayo de 2010

Entrar a su oficina puede ser un golpe a las creencias que arrastramos por años. En una vitrina tiene una serie de envases de los más variados alimentos y al preguntarle de qué se trata, va a explicando de a poco.

Leyendo las etiquetas donde están los ingredientes aclara: el de una conocida bebida de fantasía es agua con choclo y colorante; otra, también famosa, tiene ácido fosfórico que descalsifica los huesos; un envase de yogurt diet es leche con almidón de maíz, es decir, maicena, y así suma y sigue.

Por eso, una de sus premisas es no caer en la moda de comprar productos light porque estos no aportan nada al organismo y tampoco ayudan en las metas por mantener el peso. Su mejor consejo es leer las etiquetas y si la lista de ingredientes se hace interminable, desecharlo de plano. Entre más corta, mejor, porque lo que se debe evitar es que el cuerpo reciba químicos que no reconoce y, sí nutrientes que le permitan vivir.

Andrea Chicurel, bioquímica, con un magíster en nutrición y directora del Centro Nutrición Inteligente, se ha vuelto una voz autorizada en materia de salud y alimentación, aunque ella misma reconoce que varios no comparten sus creencias.
Sin embargo, la implementación de la dieta del genotipo, el test de sensibilidad (intolerancia) alimentaria y la nutrición ortomolecular les han abierto un camino de solución a personas que arrastran una serie de enfermedades o sobrepeso por años sin encontrar una solución.

-Ustedes hablan de nutrición inteligente, ¿qué es eso?
“Nutrición inteligente es un concepto que significa obtener a través de alimentos el 100% de los nutrientes que una persona requiere, es decir, sobre 130 diferentes nutrientes. Esto se consigue a través de la alimentación y si es necesario a través de suplementos, pero cada persona tiene un requerimiento individual”.

-¿Hoy no nos estamos nutriendo inteligentemente?
“Es difícil hacerlo así no más, probablemente algunos. Nutrirse inteligentemente es nutrir la célula para que todos los genes, tejidos y órganos funcionen correctamente, para que no envejezcas tan rápido, para que no te enfermes tanto. La verdad es que con la alimentación que uno encuentra en el supermercado, lo que viene envasado, en general no es muy inteligente.
“No digo que todos los productos sean malos y no soy una naturista que apunta a lo vegetariano orgánico, pero hay que mirar bien”.

-¿Será que en vez de alimentarnos, nos preocupamos de llenarnos?
“Cada día comemos más y peor nutridos. Una persona gorda, en general, es una persona sobrealimentada y mal nutrida. El problema es que al mal nutrirse entra en el círculo de ahorro o esquema de engorda. Como el cuerpo está mal nutrido, pide a gritos que lo alimenten y hoy le damos principalmente grasas y azúcar (galletones, chocolates), pero el cuerpo sigue sin nutrirse. Entonces, si se está sin nutrición el problema no se resuelve. El ser humano está diseñado para vivir 40 días sin comer y sólo en la actualidad nos hemos planteado esto de sobrealimentarnos”.

-¿Influyen otros factores como que estamos comiendo rápido, y en cualquier parte?
“Los alimentos envasados son bajos en nutrición; no importa que digan que son integrales y otros. Ahora, si no masticas bien no se logrará el objetivo. No hay ser humano que pueda digerir una lechuga, entonces, la única forma de obtener los nutrientes de la lechuga es masticando la hoja, mecánicamente hay que romper la célula vegetal para obtener los nutrientes; sino, se come pura fibra que pasa de largo. Ocurre lo mismo con el choclo, porque no se puede digerir su pared vegetal y se le debe masticar para obtener sus nutrientes.

“Si comemos rápido y además comemos frutas y verduras de suelos sobreexplotados que hacen que tengan hasta menos sabor, estamos comiendo menos nutrientes”.
-Da la impresión de que los chilenos estamos enfermos de gordos o tapados de dietas. ¿Qué nos está pasando?
“Las dos cosas. Pero claramente, en los que están a dieta, hay un componente de que todo el mundo quiere tratar de meterse dentro de un molde que hoy es la flaca de pasarela, lo que es imposible. Además, la comida tiene un componente emocional; el estrés y a la angustia la descargamos a través de la comida. Pucha he trabajado todo el día, me voy a ir a un happy hours porque me lo merezco o el típico he hecho dieta toda la semana, así que el fin de semana como torta. Nunca se habían vendido tantas tortas en este país y no hay cumpleaños todos los días que explique tanto consumo.

“La gente está desesperada, tratando de obtener algo rápido y fácil a través de dietas y cirugías para suplir carencias afectivas y por otro lado, están las otras personas que no están ni ahí y engordan”.
Andrea Chicurel cree que en Chile se nos ha venido encima un problema de salud pública y no existen los profesionales preparados para enfrentar el tema. Y por eso se ponen de moda las cirugías o una dieta; cuando las cosas son mucho más complejas que eso.
“Hace 20 años atrás ni tú ni yo usamos productos light, ni leche descremada, ni de chico usamos sacarina y éramos flacos. Entonces…”, dice

-¿La solución pasa por volver a los guisos de antaño?
“Sí y no, porque no se puede. Eso sería lo ideal y el mundo perfecto no existe. Entonces hay que adaptarse con los recursos que tenemos ahora, porque además tenemos mucho más estrés, cuestión que nos obliga a tener mayor preocupación por la nutrición. A un auto de carrera no se le puede echar bencina en la calle y por eso, los suplementos- que han sido muy guerrreados por la industria médica- son una buena alternativa para suplir la alimentación.
“Idealmente (se ríe) sería volver a los guisos, almorzar en la casa, pero ni tú ni yo podemos”.

-¿Matarse en el gimnasio es la salida?
“Es bueno hacer ejercicio, pero no es lógico matarse en el gimnasio. Hay que equilibrar las cosas, ni mucho de esto ni de lo otro, ni muy flaca ni muy gorda. Nosotros tenemos pacientes que pasan 3 o 4 horas en el gimnasio, deportistas y están con sobrepeso”.

-Lo mencionaste, ¿qué te parecen las cirugías gástricas?
“Van en la línea contraria a la nuestra. Las cirugías como método para bajar de peso se basan en la desnutrición. Lo que nosotros planteamos es que la raíz del problema es que la célula está mal nutrida. Hay gente que se ha operado dos veces, porque se vuelve a recuperar el peso, viven un verano feliz, pero a los dos años se empieza a subir”.

-¿Y otras soluciones mágicas como los medicamentos?
“Hay inhibidores del apetito, pero nos quedamos en el mismo problema; la persona va disminuir su ingesta de alimentos tratando de bloquear cerebralmente el problema, pero eso es como si en un incendio yo, en vez de echar agua y llamar a los bomberos, apagara la luz y la sirena. Al dejarlos se rebota y tenemos casos de personas que bajaron 10 y subieron 70 kilos después. La sibutramina ya se prohibió en Estados Unidos y Europa y en Chile siguen diciendo que es muy buena.
“Hay otros que inhiben la absorción de grasas, pero el problema no es el consumo de grasas, sino que el tipo de grasa. La persona que tiene un record de pérdida de peso en forma natural lo hizo a punta de Omega 3, que es un aceite y fueron más de 200 kilos. ¿Por qué la dieta de Atkins les funciona a algunos y es a base de grasas? Además, hay grasas que necesitamos para subsistir.

“Las otras alternativas naturales son fibras que se expanden en el estómago y dan saciedad, pero no solucionan el tema. Nosotros trabajamos al revés, nos preocupa la nutrición”.